Félix  Patricio Garattoni

 

Félix  Patricio  Garattoni; “El Gato” Garattoni  se  define  algo  mal llevado y si bien  nadie  lo contradice  en  su  opinión, por  separado,  todos también  lo  definen  como “Buen  tipo además” y esta simpleza cobra mucho  valor  cuando   es  una  unánime  opinión.

Actualmente se  gana la vida como Chofer de Línea en  Correo Oca y tiene 57 años pero a los 18, se  convirtió en  bombero de Pacheco 1 .

Algún lector  desprevenido podría  no  saber que  Pacheco 1 era  en  realidad  Don Torcuato mientras  fue  un Destacamento dependiente  del  Central  Pacheco.

Es entonces  precursor a la  existencia  de nuestros  propios  bomberos cuya  emancipación  y  formal creación sucedió 3  años  después  encontrándolo  entonces  como  fundador  de  nuestra  institución.

“Estábamos  en  la  calle  Sussini en  un  terreno  pelado,  con una  carpa y contábamos  con  un Ford  V8 de  1965 que  era  nuestro  móvil  1 (el  único) y “Verano  del  98” una  Chevrolet  Apache que se  usaba  como  ambulancia”.

Olvidamos  preguntar el  origen  del  singular  apodo de la pick up pero sigamos.

“Nuestro  viejo  móvil 1 fue  vendido  y  renovado pero aún se  encuentra  en servicio  en  la  localidad  de Margarita  Belén, Provincia  del Chaco y  funciona  perfectamente”

Habla de  temas  sueltos; algo apurado  por  el  servicio, “El Gato” Garattoni lo  dice con  una  sonrisa “estoy contento  con  la  nueva  jefatura  y  veo  un  futuro  muy  saludable  gracias  a esta  gestión capaz honesta y frontal y quiere  que  nos  capacitemos” sonríe  pero  es  como  un  decreto  muy  serio… y también  muy  esperado.

Y asi,  serio,  encuentra su historia; la que  se evoca primero; la que  uno  no  elige  sino  que  solo surge  porque ella quiere “Mi hermano Carlos Alberto Garattoni, actualmente fallecido, también era  bombero de Torcuato; él  ahora  tendría  61  años; hubo  una  época  de  inundaciones…;  recuerdo  una  postal  hermosa  y  conmovedora  junto  a  mi  hermano cuando atado  con  una  soga, él  ingresa  en  una  vivienda  con  el  agua  al  pecho   y luego  regresa  por  el  pasillo  inundado  rescatando  un  bebe de meses que  traía  con  sus  brazos  en  alto… era por la calle Estrada  al  fondo; cruzando Belgrano, Reconquista…   muy  cerca del  arroyo… verlo salir de allí con el niño siempre será una postal para mí…”

Su  jerarquía actual  de  Mayor es  un  merecido reconocimiento  y  con  orgullo dice  que “es una  responsabilidad  mayor  pero  uno que  ama esto, cumple  con  orgullo  esta obligación; también  sabemos que hemos  sido  evaluados y sabemos lo  que  significa recibir  un  ascenso” pero duda un  poquito y  agrega que “también  hay  otra  jerarquía del  corazón, del compañero, de  la  sabiduría e incluso  a  veces de  la  amistad; aspectos que no  suman  quizás  en  un  escalafón  formal  pero que  muchas  veces proporcionan  otra autoridad silenciosa,  invisible; la de  la experiencia, la del  conocimiento,  la del  que no tiene miedo pero  no  por  valiente  sino  porque  casi  siempre  sabe lo que sigue  luego”.

Se siente reconfortado, casi  emocionado si lo  hacemos hablar  de sus  compañeros mientras concluye abruptamente la entrevista  un  servicio inesperado; baja las escaleras,  casi contento de poder  servir  “mi  agradecimiento es para  mis  compañeros que siempre  están  a  la  altura  de  las  circunstancias y yo  no  pregunto  con  quién  salgo; me siento seguro y  confiado con quien  sea y espero que  ellos  también  lo  sientan  así”. Y se fue nomas.

 

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