Villa La Ñata es un lugar de ensueño.
Un paraíso, una tierra mágica, el lugar donde muchos de nosotros pasamos veranos enteros.
Un día, un buen día, mi viejo llegó a este lugar y se enamoró de su belleza, de sus ríos, de la simpleza de su gente.
Mi viejo era un visionario, un apasionado, y sobre todo un laburante, uno de sus sueños fue poner su granito de arena para que Villa La Ñata fuera cada día más grande.
Hoy en día, yo sigo su legado, sus sueños, sus deseos.
Hoy yo lo represento.
Hoy soy yo el que concreta el sueño que alguna vez mi viejo tuvo.
Hoy soy yo quien sueña ver crecer este pueblo.
Hoy soy yo quien aporta ese granito de arena.
Hoy nace TAF. Que significa triple abrazo fraternal. Y en ese marco, quiero agradecerle a mi socio, Julián Kopecek, una persona que también es artífice de este sueño. Y que es parte de las manos que crean las bases de TAF y que se vinculan a la amistad. Y TAF es eso… Un lugar de unión, de amistad, de compañerismo fraternal en el buen sentido de la palabra, un lugar donde puede cicatrizar esta grieta que existe entre los argentinos y se puedan olvidar de los inconvenientes económicos que vivimos a diario, de los problemas familiares, sentimentales o tal vez de salud, para valorar este mini paraíso que tenemos en Tigre, con su fabuloso espejo de agua, sus árboles añejos y el cantar de las aves.
Finalizo deseando de corazón poder cumplir con la misión y que las personas que vengan a TAF logren olvidarse al menos un instante del mundo exterior para poder conectarse con su mundo interior como lo hacía mi viejo acá mismo … en este lugar de ensueño.
Cesar Baccini
TAF: Las Heras 1288 – Villa La Ñata.