LA INDEPENDENCIA
Congreso de Tucumán 1816
Por Mabel Trifaro
Desde el 25 de mayo de 1810 en que se formó el Primer Gobierno Patrio o la Primera Junta de Gobierno, la situación se fue complicando tanto en el orden interno como en la política exterior.
En lo que se refiere a las Provincias Unidas del Rio de la Plata, el centralismo de Buenos Aires y el monopolio comercial establecido desde la época de colonia, hacía mella permanente entre Buenos Aires y el interior.
Fueron modificándose las formas de gobierno: Junta Grande, Primer y Segundo Triunvirato, se constituyó la Asamblea del Año XIII que estableció entre otros grandes logros un gobierno unipersonal, el Directorio, cuyo Primer Director Supremo fue nombrado Gervasio Antonio Posadas, luego le siguió Alvear, Rondeau (que no asumió) y posteriormente será el Congreso de Tucumán quien designó a Juan Martín de Pueyrredón.
Belgrano, San Martín, Rondeau, Güemes defendieron las fronteras, no sólo de los realistas, sino de las invasiones británicas, francesas y portuguesas. El litoral se sublevó al mando de Artigas.
Fernando VII había vuelto al poder, luego de la derrota de Napoleón y las ideas republicanas habían quedado en las mentes ilustradas de los estudiosos y progresistas del momento, que las habían sorbido en las universidades de avanzada de ese momento.
Belgrano había concurrido en misión diplomática a Europa y había traído la información sobre el estado de Europa afirmando que el “poder de España era demasiado débil e impotente y que existía poca posibilidad de que el gabinete inglés la auxiliase para subyugarnos”
Tanto San Martín, como Belgrano luchaban con sus ejércitos e insistían en la necesidad de declarar la independencia.
Dice la página del Historiador: “Aun así, sin consensos definidos y con grandes turbulencias, el proceso independentista avanzaba. En 1815, tras la caída de Alvear como Director Supremo ocurrida el 15 de abril, el director interino Ignacio Álvarez Thomas, envió una circular a las provincias invitándolas a realizar la elección de diputados para un Congreso General a reunirse en Tucumán.
Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental decidieron no enviar representantes. Tampoco asistieron diputados de Paraguay y del Alto Perú, con excepción de Chichas o Potosí, Charcas (Chuquisaca o La Plata) y Mizque o Cochabamba.
Pronto comenzaron a ser electos en las provincias los diputados que se reunirían en Tucumán para inaugurar un nuevo Congreso Constituyente. Entre las instrucciones que las provincias -no todas- daban a sus diputados, se encontraba la de “declarar la absoluta independencia de España y de sus reyes”.
EL 24 DE MARZO DE 1816 fue finalmente inaugurado el Congreso en Tucumán.
El porteño Pedro Medrano fue su presidente provisional y los diputados presentes juraron defender la religión católica y la integridad territorial de las Provincias Unidas.
Entretanto, el gobierno no podía resolver los problemas planteados: la propuesta alternativa de Artigas, los planes de San Martín para reconquistar Chile, los conflictos con Güemes y la invasión portuguesa a la Banda Oriental, entre otros.
El 6 de julio es recibido Belgrano en sesión secreta y les relata a los congresales la situación en Europa y la conveniencia de elegir la monarquía como forma de gobierno.
Entre tanto una comisión de diputados, integrada por Gascón, Sánchez de Bustamante y Serrano, propuso un temario de las tareas que debía acometer el Congreso, conocido como “Plan de materias de primera y preferente atención para las discusiones y deliberaciones del Soberano Congreso”,
EL 9 DE JULIO DE 1816, el mismo día en que se aprobó el temario, se resolvió considerar como primer punto el tema de la libertad e independencia de las Provincias Unidas.
Los diputados no tardaron en ponerse de pie y aclamar la Independencia de las Provincias Unidas de la América del Sud de la dominación de los reyes de España y su metrópoli.
Diez días después, el 19 de julio, se aprobó una modificación a la fórmula del juramento y donde decía «independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli», se añadió:
“…y toda otra dominación extranjera”
Había sido declarada la Independencia, pero quedaría pendiente nuevamente elegir la forma de gobierno y dictar una constitución.
Fueron hechas 3000 copias del Acta de la Independencia que fueron realizadas en castellano, quechua y aimará.
Este año estamos festejando los 203 años de ese glorioso día en que se declaró nuestra Independencia en la ciudad de Tucumán.
Nuestros patriotas lo hicieron posible. Nosotros cada día debemos hacerlo realidad. Amar a nuestra patria y trabajar por ella para engrandecerla y gritar con verdadero sentimiento: