Fue en el crucero Star de la empresa Norgewian que prometía luego de ir a Punta Arenas en Chile, Ushuaia y a la Antártida, hacer una parada en las Islas Malvinas. Allí los argentinos a bordo querían hacer un homenaje a nuestros héroes en el cementerio de Darwin, pero en forma intempestiva el capitán del barco (Luigi Gentille) canceló la visita y desató la furia en alta mar.
La suspensión en principio, refirió el capitán, obedecía a cuestiones climáticas, pero luego se supo que otros dos cruceros habían bajado en tierra argentina de Malvinas, el Princess y el crucero Azamara. Rápidamente luego de comunicar la decisión a los pasajeros se produjo una gran conmoción y comenzaron a organizarse para solicitarle a las autoridades del crucero que revean la medida. Cabe destacar que entre los pasajeros se encontraban tres veteranos de la guerra que querían volver a las islas después de cuarenta años.
El primer reclamo se realizó en la cubierta central del buque cuando los argentinos se fueron juntando y cantaron el himno nacional desplegando banderas argentinas, siempre en forma respetuosa. Luego organizados por Horacio Teitelbaum y Norberto Pereyra pasajeros en el crucero , comenzaron a firmar una carta al capitán del navío para solicitarle las explicaciones de la cancelación del arribo a Puerto Argentino en las islas Malvinas, y la posibilidad de generar una aproximación para que los pasajeros pudieran ver suelo argentino desde el mar, esta carta la firmaron más de 400 personas, después de unas horas de reclamo y sin recibir la carta en cuestión, el capitán hace una invitación a los pasajeros a una reunión en el teatro del barco al otro día, a la que asistieron más de mil personas.
Al día siguiente en la reunión “De un modo muy arrogante el capitán haciéndose el gracioso intento justificar la decisión, pero luego de varias explicaciones comenzó a contradecirse y faltarle el respeto a los pasajeros, hasta llegó a amenazarlos con sacarle los celulares si querían filmar, en varias oportunidades los viajeros se sintieron menospreciados y lo que debía ser una clara explicación de lo sucedido, terminó siendo un caos. Hasta realizó chistes y comentarios desafortunados sobre el Cementerio Argentino en Malvinas, además de gritar varias veces que el puerto era Puerto Stanley y no Puerto Argentino, todo fue una vergüenza” indicó uno de los pasajeros agraviado.
Al teatro no solo asistieron los pasajeros argentinos, además en solidaridad se sumaron chinos, americanos, españoles, mexicanos, canadienses y uruguayos que al ver el estado de emoción que tenían los ex combatientes y familiares de soldados de la guerra de Malvinas intentaron mediar y ayudar en el conflicto, pero nada mejoró la situación.
Al día siguiente de lo sucedido para dar por culminado el episodio la empresa informó que devolvería a cada pasajero 50 dólares por no haber hecho la parada en Puerto Argentino y a los veteranos y familiares les hizo una torta con la bandera argentina.
“Es muy triste lo que pasó, muchos gastaron hasta sus últimos pesos para poder ir a Malvinas y no puede ser que la empresa los estafe de esa manera. Le estamos dando difusión para que no vuelva a suceder, el sentimiento argentino sobre Malvinas es muy fuerte y una empresa extranjera no puede burlarse y mucho menos aprovecharse de ese sentimiento para vender los pasajes y luego cancelar la visita a nuestro suelo Argentino” indicaron un grupo de pasajeros damnificados.