El espantoso escenario se dio en la fabrica Moño Azul en la Patagonia y dejo al sector conmocionado.
El joven de 24 años fue encontrado sin vida este domingo en la planta de Moño Azul, en Villa Regina. El trabajador, quien cumplía tareas en una cámara frigorífica, perdió la vida en un ambiente donde las temperaturas alcanzan los -30°C. La noticia ha conmocionado a la comunidad y ha puesto en el centro del debate las precarias condiciones laborales en el sector frutícola.
La víctima, cuyo nombre aún no ha sido revelado, fue hallada por sus compañeros de trabajo, quienes dieron aviso a las autoridades. Personal médico constató el fallecimiento en el lugar. La fiscalía de Villa Regina ha iniciado una investigación para determinar las causas exactas del deceso.
Moño Azul es una de las empresas líderes en la producción y exportación de frutas en la Patagonia. Durante la temporada de cosecha, cientos de trabajadores, conocidos como “golondrinas”, se desplazan a la región para trabajar en las plantaciones. Las cámaras frigoríficas, donde se almacenan las frutas, son un elemento fundamental en este proceso, pero también representan un riesgo para los trabajadores si no se toman las medidas de seguridad adecuadas.
Mayor control: Inspecciones regulares por parte de las autoridades laborales para verificar el cumplimiento de las normas de seguridad.
Capacitación: Formación obligatoria para los trabajadores en materia de seguridad y prevención de riesgos.
Equipamiento adecuado: Provisión de equipos de protección personal y herramientas adecuadas para trabajar en ambientes extremos.
Canales de denuncia: Creación de mecanismos para que los trabajadores puedan denunciar situaciones de riesgo de manera anónima y segura.
La muerte de este joven trabajador es una tragedia que no debe quedar impune. Es necesario que todos los actores involucrados, desde los trabajadores hasta las empresas y el Estado, trabajen juntos para garantizar condiciones laborales dignas y seguras para todos.
