Turistas y residentes de Concordia quedaron atónitos al ver un grupo de carpinchos con un extraño pelaje verde en la represa del Lago Salto Grande. La escena, que parecía sacada de una historieta, tiene una explicación científica: la proliferación de cianobacterias en el agua. El fenómeno, además de su impacto visual, representa un riesgo para la fauna y la salud humana.
En los últimos días, visitantes del Lago Salto Grande fueron testigos de un espectáculo inusual: carpinchos con un marcado color verde en su pelaje, como si hubieran sido sumergidos en pintura fluorescente. Las imágenes no tardaron en viralizarse, y las teorías comenzaron a circular en redes sociales: desde una broma de mal gusto hasta un experimento con inteligencia artificial.
Sin embargo, la realidad es más preocupante que cualquier hipótesis ficticia. Según explicaron expertos, el curioso color de los animales es consecuencia del contacto con cianobacterias, organismos microscópicos que proliferan en aguas contaminadas y que, en algunos casos, pueden ser tóxicos.
Las cianobacterias, también conocidas como “algas verdeazuladas”, son microorganismos que pueden generar toxinas dañinas para la vida silvestre y para el ser humano. Su crecimiento descontrolado, favorecido por el calor y la presencia de nutrientes como el fósforo y el nitrógeno —provenientes de desechos agrícolas y urbanos—, ha sido motivo de preocupación en el río Uruguay y sus afluentes.
Los carpinchos, al habitar en las orillas del embalse y sumergirse frecuentemente, quedan impregnados por el verdín que se adhiere a su pelaje de manera aceitosa, dándoles esa llamativa tonalidad. Aunque no se han reportado efectos inmediatos en su salud, los especialistas advierten que la exposición prolongada a estas toxinas podría afectar su organismo a largo plazo.
La Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) emitió un comunicado en el que advierte sobre el aumento de floraciones de cianobacterias durante el verano, lo que puede convertir varias playas en zonas no aptas para el uso recreativo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas bacterias representan un problema emergente, ya que pueden causar desde irritaciones en la piel hasta afecciones gastrointestinales y respiratorias si el agua contaminada es ingerida. En casos extremos, la exposición prolongada a cianotoxinas puede derivar en problemas neurológicos o hepáticos.
¿Qué precauciones tomar?
Las autoridades recomiendan:
*Evitar el contacto directo con el agua donde se detecten floraciones de cianobacterias.
*Lavar inmediatamente con agua potable la piel expuesta.
*No consumir agua de fuentes sospechosas ni permitir que mascotas la beban.
*Estar atentos a síntomas como vómitos, diarrea, irritación en la piel o debilidad muscular tras la exposición al agua contaminada.
El caso de los “carpinchos verdes” no solo ha despertado curiosidad, sino que también pone en evidencia el impacto de la contaminación en los ecosistemas de Entre Ríos. Mientras los turistas siguen fotografiando a estos inusuales animales, los especialistas insisten en la necesidad de reforzar políticas de saneamiento y control de vertidos para reducir la proliferación de estas bacterias en el agua.
Porque más allá del desconcierto y la sorpresa, este fenómeno es una alerta que no puede ser ignorada.