Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, se encuentra en una encrucijada política respecto al calendario electoral de 2025. Si bien su ministro de Gobierno, Carlos Bianco, sugirió la posibilidad de un desdoblamiento de los comicios, Kicillof aún no se ha pronunciado formalmente al respecto. Este tema se convierte en una cuestión crucial, ya que el gobernador deberá decidir entre acatar las demandas de los intendentes de separar las elecciones provinciales de las nacionales, lo que podría tensar aún más la relación con Cristina Kirchner y los sectores más afines a ella.
Por un lado, los intendentes de la provincia, especialmente de la tercera sección electoral, abogan por un desdoblamiento de las elecciones. A su juicio, la simultaneidad de los comicios nacionales y provinciales podría generar una serie de problemas logísticos, especialmente por la implementación de la Boleta Única de Papel a nivel nacional. Los jefes comunales temen confusión entre los votantes y largas filas en los centros de votación, un escenario que ya se observó en la Ciudad de Buenos Aires en las últimas elecciones presidenciales, donde las elecciones concurrentes con boletas de distinto formato causaron inconvenientes en los comicios.
Sin embargo, no se trata solo de cuestiones logísticas. Los intendentes argumentan que la provincia de Buenos Aires, debido a su densidad poblacional, debería tener la posibilidad de discutir su propia agenda política sin que la contienda nacional predomine sobre los temas locales. En este sentido, consideran que un desdoblamiento les permitiría avanzar con mayor autonomía en la agenda provincial.
Por otro lado, Cristina Kirchner se muestra reacia al desdoblamiento. La exmandataria y actual vicepresidente considera que separar las elecciones nacionales de las provinciales podría diluir el efecto de la polarización nacional, que actualmente divide el electorado entre “Milei” y “antiMilei”. Además, Cristina ve la simultaneidad de las elecciones como un medio para fortalecer la presencia del kirchnerismo en la provincia, especialmente en el marco de una disputa nacional que podría beneficiar a su sector.
El gobernador Axel Kicillof, hasta ahora, ha mantenido un perfil bajo respecto al desdoblamiento electoral. Aunque no ha cerrado la puerta a esta posibilidad, sabe que cualquier decisión que tome sobre el tema tendrá repercusiones políticas importantes. Separar las elecciones implicaría un desgaste con Cristina Kirchner, quien sigue siendo una figura clave para Kicillof, especialmente a la hora de aprobar proyectos en la Legislatura bonaerense. La relación con La Cámpora, un sector que responde a la expresidenta, es fundamental para la gobernabilidad en la provincia. La fractura con Cristina podría comprometer el apoyo necesario para la gestión y poner en peligro la unidad del peronismo local.
Además, la aprobación del presupuesto bonaerense para 2025 y otras leyes clave dependen del apoyo de los legisladores kirchneristas. Cristina Kirchner misma le habría solicitado a los legisladores del Partido Justicialista que aprueben el presupuesto provincial para evitar que el gobernador se quede sin recursos. Este apoyo sería crucial para el mandatario en un año electoral, donde la estabilidad política será clave para sus aspiraciones a futuro.
La decisión sobre el desdoblamiento electoral está intrínsecamente ligada a la resolución de las PASO nacionales, cuya eliminación o suspensión podría abrir la puerta a la posibilidad de que Kicillof decida finalmente separar los comicios. Si las PASO son suspendidas, como parece probable, el gobernador podría avanzar en esa dirección. Sin embargo, esto no está exento de riesgos, especialmente en un contexto de alta polarización política. Los costos de un desacoplamiento electoral para Kicillof podrían incluir una mayor fractura con el kirchnerismo y un debilitamiento del oficialismo en la provincia, lo que podría poner en peligro su continuidad política en el futuro.
En resumen, Kicillof se encuentra en una posición delicada, donde las decisiones sobre el calendario electoral están entrelazadas con las tensiones internas dentro del peronismo y las relaciones con Cristina Kirchner. Si bien el desdoblamiento parece ser una opción viable, los costos políticos de avanzar en esa dirección podrían resultar demasiado altos para el gobernador, quien deberá equilibrar las demandas locales con las necesidades de mantener la unidad del frente político en la provincia de Buenos Aires.