En un tenso enfrentamiento en redes sociales, Myriam Bregman, dirigente del Frente de Izquierda, y Manuel Adorni, vocero presidencial, protagonizaron un intercambio explosivo tras el escándalo de la criptoestafa que involucra al presidente Javier Milei y su entorno. La polémica estafa, que tiene como centro a la empresa Kelsier Ventures y a su CEO Hayden Davis, sigue sumando revelaciones, y la respuesta del gobierno no hace más que avivarlas.
Bregman no tardó en disparar en redes, cuestionando la credibilidad del presidente Milei tras conocerse los vínculos de la familia Milei con los involucrados en el fraude. En un mensaje directo y contundente, la diputada del Frente de Izquierda afirmó: “Milei ya tiene más jefes que perros”, en referencia a las declaraciones de Davis, quien se jactó de controlar a Javier y Karina Milei a través de pagos ilícitos. Un golpe directo que no pasó desapercibido.
En medio del caos, el vocero presidencial, Manuel Adorni, no dudó en defender a su jefe, pero su respuesta, lejos de calmar las aguas, provocó más controversia. “Myriam, 2%. Fin”, fue la escueta y desafiante respuesta de Adorni, sin ofrecer explicaciones más profundas. Esta reacción fue rápidamente desmentida por varios actores políticos, incluidos los propios seguidores de Bregman, quienes no tardaron en desmontar sus argumentos.
La guerra de palabras no se detuvo allí. Nicolás del Caño, otro referente del Frente de Izquierda, también se sumó al cruce, cuestionando la gestión del vocero, quien a esta altura parece más preocupado por defender al presidente que por dar respuestas claras sobre la megaestafa.
Mientras tanto, el gobierno sigue tambaleando en su respuesta a la crisis. Con cada nuevo detalle que se filtra sobre el escándalo, la falta de explicaciones del oficialismo se hace más evidente, y la presión sobre Milei y su equipo crece.
En un llamado a la acción, Bregman instó a los trabajadores a movilizarse contra lo que calificó como un “gobierno estafador”, denunciando que el ajuste y las malas decisiones políticas están afectando directamente a la clase trabajadora. “Es hora de que sean los trabajadores quienes impongan una salida a esta crisis, no los grandes empresarios”, concluyó.