En Unión por la Patria crece la preocupación por el impacto del escándalo de Martín Insaurralde, exjefe de Gabinete de Axel Kicillof, en el electorado de la provincia de Buenos Aires, principal bastión que el kirchnerismo busca retener. Apenas estalló la bomba política, el gobernador bonaerense le pidió la renuncia e intentó retomar su agenda de campaña, enfocado en ampliar o al menos mantener la diferencia que sacó en las PASO.
“Había que dar un corte rápido a la situación, sin esperar nada más. Luego, a partir de eso, el lunes ya estuvimos con científicos; al otro día, en Vicente López, con murgas; estuvimos con pequeños y medianos productores. La campaña está muy intensa y a esta cuestión había que darle su carácter y listo”, dijo este miércoles Kicillof, pero reconoció el golpe recibido por parte de Insaurralde: “Nos estamos rompiendo el lomo en la campaña y por eso el enojo, la bronca y el dolor. Eso no somos nosotros”.
Desde que estalló el escándalo con el jefe de Gabinete que le había puesto Máximo Kirchner con el aval de Cristina Kirchner, el gobernador se rodeó de sus dirigentes más cercanos, que forman parte de su círculo de confianza. Por eso, para este jueves, el gobernador bonaerense tiene previsto un gran acto en La Plata junto a su ministro de Salud, Nicolás Kreplak, bajo el título “Salud por la Patria”.
