En un giro inesperado de los acontecimientos, el famoso hijo de Claudio Paul Caniggia y Mariana Nannis, Alex Caniggia, se ha convertido en el inesperado protagonista de un escándalo fiscal que involucra un complejo de lujo en Tigre. Todo comenzó cuando el mediático mostró su flamante departamento en el complejo Remeros Beach, ubicado en la exclusiva zona de Tigre. Sin embargo, lo que parecía ser un simple video de promoción se convirtió rápidamente en una bomba de relojería al destaparse que este desarrollo inmobiliario estaba evadiendo impuestos de manera descarada.
Remeros Beach, un imponente emprendimiento compuesto por las torres Sky One y Sky Two, ha sido el centro de la polémica. Estas torres, que ofrecen laguna artificial y amenities de primera categoría, tienen un precio por metro cuadrado que ronda los 4000 dólares. Desde su inicio en 2015, la inversión total en el proyecto superó los 200 millones de dólares. Sin embargo, un detalle no tan brillante comenzó a llamar la atención de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA).
El complejo, que cuenta con más de 30.000 metros cuadrados construidos, estaba tributando como si fuera un terreno baldío, lo que implicaba una notable evasión de impuestos. Mientras los lujosos departamentos valen cifras millonarias, los propietarios solo pagaban una fracción de lo que les correspondía por el impuesto inmobiliario.
El video que Alex Caniggia publicó en sus redes sociales, donde no solo presumía de su adquisición de un departamento por 368.000 dólares, sino que además arrojaba billetes al aire, acabó siendo un punto de quiebre. Aunque su viralización fue lo que puso al complejo en el ojo de la opinión pública, las autoridades aclararon que ya habían detectado la irregularidad antes de que el mediático lo hiciera público.
“Ya habíamos identificado la situación mediante procedimientos con drones y verificaciones presenciales”, comentaron desde ARBA. La aparición de Caniggia solo aceleró la atención mediática sobre el caso, pero no fue la causa directa de la investigación.
El titular de ARBA, Cristian Girard, expresó su firme condena ante lo sucedido, destacando que el cumplimiento fiscal de proyectos de gran escala es clave para la salud económica del país. “Es inaceptable que en un complejo con departamentos de lujo se paguen impuestos como si fueran terrenos baldíos”, señaló Girard, subrayando la importancia de regularizar estas situaciones para evitar que los sectores más acomodados sigan eludiendo sus responsabilidades fiscales. Además, hizo un llamado a garantizar que los recursos recaudados lleguen a quienes más lo necesitan, especialmente en tiempos de crisis social.
La agencia intimó a los responsables del complejo a regularizar su situación en un plazo de 15 días, bajo la amenaza de una multa que podría alcanzar los 50 millones de pesos. Este tipo de fiscalización, en la que ARBA ha intensificado sus operativos, tiene como objetivo restaurar la equidad tributaria y asegurar que los sectores con mayor poder adquisitivo contribuyan a financiar políticas públicas esenciales.
El caso de Remeros Beach no solo resalta el lujo desmedido y la ostentación de figuras como Caniggia, sino también el creciente desafío de la evasión fiscal en emprendimientos de alto valor. En lo que va del año, ARBA ha regularizado más de 280.000 metros cuadrados que no estaban tributando correctamente en áreas como Pinamar, Mar del Plata y San Fernando, lo que demuestra la magnitud del problema.
La pregunta es: ¿hasta cuándo los ricos seguirán evadiendo impuestos mientras los ciudadanos comunes se ven obligados a cumplir con sus obligaciones? Este escándalo es una oportunidad para repensar la equidad fiscal y para que aquellos con mayores recursos dejen de usar atajos para eludir su deber con el Estado. ¿Es el caso de Alex Caniggia solo la punta del iceberg? Solo el tiempo lo dirá.