El Tribunal de Goya, Corrientes, sentenció a Leonardo Cositorto a 12 años de prisión por su rol como “ideólogo, fundador y creador” de Generación Zoe, considerada una de las mayores estafas piramidales de Argentina en los últimos años. Junto a él, otros tres imputados recibieron condenas de 8 años de cárcel.
Un discurso entre lágrimas y acusaciones
Momentos antes de escuchar su condena, Cositorto rompió en llanto y aseguró: “Jamás tuvimos la intención de estafar a nadie”. En su breve discurso, pidió disculpas a los magistrados por su conducta en la audiencia anterior y manifestó sus dudas sobre la imparcialidad del proceso judicial: “Desde el primer día que me senté aquí pedí que haya una justicia independiente, cosa de la que tengo dudas por algunas cosas que observé”.
Asimismo, Cositorto defendió el modelo de negocio de Generación Zoe, asegurando que su objetivo siempre fue ayudar a las personas y no quitarles dinero. “Pensamos en grande, pero siempre nos mantuvimos sencillos. Estudiamos y oramos todos los días”, afirmó.
Las condenas y el impacto de la estafa
Según el fallo judicial, Cositorto fue considerado el principal responsable de la megaestafa, que perjudicó a miles de personas en la ciudad de Goya y otras partes del país. El juez Ricardo Carbajal enfatizó que la condena refleja la gravedad del delito y el impacto en la vida de las víctimas, quienes confiaron sus ahorros a un esquema fraudulento.
Junto a Cositorto, los jueces también condenaron a Maximiliano Javier Batista, Lucas Damián Camelino y Miguel Ángel Echegaray a 8 años de prisión por su participación en la estafa bajo la modalidad de “delito continuado”. En el caso de Camelino, se le otorgó libertad condicional con la obligación de fijar domicilio en Goya y presentarse semanalmente ante la fiscalía. Además, tuvo que entregar su pasaporte.
Hipótesis sobre el caso Generación Zoe
Varios especialistas en delitos económicos han formulado diversas hipótesis sobre cómo operaba Generación Zoe y cómo logró engañar a tantas personas:
- Esquema Ponzi disfrazado de “coaching financiero”: Se cree que la organización utilizó la imagen de Cositorto como “gurú del desarrollo personal” para atraer inversores y encubrir un esquema de pagos insostenible.
- Uso de criptomonedas para ocultar movimientos financieros: Algunas investigaciones sugieren que se usaron criptomonedas para mover grandes sumas de dinero y evadir controles bancarios.
- Captación de inversores a través de redes sociales: La promoción masiva en plataformas digitales y los testimonios de “beneficiarios” contribuyeron a generar confianza entre las víctimas.
- Promesas de retornos irreales: Como en otras estafas piramidales, los inversores iniciales recibieron pagos llamativos con dinero de nuevos afiliados, lo que alimentó la ilusión de rentabilidad.
- Protección de autoridades o vacíos legales: Algunos expertos creen que la falta de regulación en este tipo de esquemas facilitó que Generación Zoe operara durante tanto tiempo sin ser detectada.
El futuro del caso
Con esta condena, la historia de Generación Zoe podría marcar un precedente en la lucha contra las estafas piramidales en Argentina. Sin embargo, aún quedan varias causas abiertas contra Cositorto y otros miembros de la organización en distintas provincias del país.
Mientras tanto, las víctimas esperan recuperaciones económicas que, en muchos casos, parecen improbables.